En un análisis rápido, no experto y resumido de cómo están los ingresos de las administraciones públicas en España, habría tres formas principales de recaudación que serían los impuestos, las tasas y las multas. De ella los impuestos los hay directos, como el IRPF, e indirectos, como el IVA. Las tasas son el cobro por parte de la administración de servicios prestados o de derechos reconocidos, por ejemplo la tasa de recogida de basura, la tasa por un uso de unas instalaciones o la producida por la apertura de un local.
Sin entrar en detalles de cómo se calcula, el resultado real del modelo actual es que en los impuestos directos no paga más quien más gana puesto que, de entrada, los rendimientos del capital rinden menos que los rendimientos del trabajo, algo completamente injusto a todas luces. Los indirectos y las tasas y las multas graban a todos la misma cantidad, siendo por tanto injustos en su planteamiento inicial, si consideramos que lo normal es que pague más quien más tiene.
Además las leyes son altamente complicadas, con una cantidad enorme de recovecos para practicar la llamada ingeniería fiscal, es decir, pagar lo menos posible, de forma pseudo legal, como son las SICAV (sociedad de inversión de capital variable) mediante las cuales se tributa un 1% de las ganancias de las mismas y un 27% como máximo en las ganancias patrimoniales, que se dan al vender las acciones de las mismas o al recibir dividendos. Necesitan 100 inversores pero se da el caso de que se puede hacer mediante un inversor real y 99 "hombres de paja" que sólo sirven para poder formarla. Con ello se logra que una persona millonaria ponga todo a nombre de la SICAV y no tribute por la mayor parte de sus ingresos e incluso cualquier cosa que posea le desgrave como gastos.
Por tanto, la propuesta de impuesto debe buscar una mayor equidad, una mayor facilidad y eliminar puntos para que se escapen fondos. Para ello se haría:
- Un IRPF por ingreso total, sin importar de la procedencia del ingreso, es decir, cualquier beneficio por inversión, salario, premio de cualquier tipo. Es tan fácil como declarar cuanto se ingresa al año por todos los conceptos y tributar según las tablas actuales como si todos los ingresos proviniesen del salario.
- Para las personas jurídicas, osea las empresas, sociedades de inversión etc, un impuesto sobre el beneficio no repartido a los socios, puesto que del repartido a los socios tributan ellos mismos. El impuesto a esos beneficios tendría una escala, aunque en un primer momento pienso que debería seguir la misma que el de las personas físicas (IRPF).
Para las tasas y multas en vez de calcularlas como importes netos se calcularían según los ingresos declarados en la renta, de forma que cada uno pagase según sus posibilidades y además evitando tener que hacer deducciones para personas con menos ingresos. Con la informática e internet no haría falta llevar la declaración para todo, si no simplemente el NIF que ya llevaría asociado una clave que serviría al ordenador de la administración correspondiente calcular la cantidad. Se evitaría también que alguien con ingresos millonarios pudiese burlarse de la ley porque la multa que le toca es ridícula comparada con sus ingresos y se lograría que el castigo fuese el mismo para todos.
En cuanto al IVA o se elimina o se pone bajo como complemento para cubrir los gastos del estado, variando anualmente según los ingresos y gastos previstos. En caso de un superhabit posterior a lo presupuestado se podría dedicar dicho superhabit a la reducción de la deuda por encima de lo presupuestado o a inversiones sociales. Esto se compensaría por el aumento de ingreso en los apartados anteriores al aplicar la corrección de los ingresos.
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