Honradez

Muchas veces nos quejamos de la falta de honradez de los políticos, pero pocas veces aceptamos nuestra parte de culpa. Más de una vez he oído a alguien quejarse de la cantidad de enchufados que hay en el ámbito de la administración pública para al poco esa misma persona acercarse a algún político para pedirle que su hijo, su hija, nieto, nieta u otros parientes varios, entre a trabajar. Más de una vez alguien que se quejaba de que los funcionarios trabajasen poco ha aprobado las oposiciones y se ha convertido en lo que criticaba. Policías que ponen la sirena para pasarse un semáforo, que quitan las multas a sus amigos y familiares, funcionarios que "cuelan" a sus conocidos para que sus gestiones tengan preferencia, tantos casos que se conocen y se ven como normales.

Como se dice, cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Por un lado, no podemos pedir a los gobernantes una legalidad que no cumplimos, por otro, un pueblo donde no se es escrupuloso con las cuentas de la sociedad da políticos que tampoco lo son.

Por supuesto que un control del gasto, de las contrataciones y de los sueldos de los políticos es necesario y urgente, pero lo ideal sería que la población diera políticos que se autocontrolasen, que ante una acusación por parte de un juez dimitiesen y que ni se planteasen colocar a personas de su entorno.

El cambio en el modelo social debe estar en cada uno y cada una, debemos empezar por no hacer nosotros lo que no queremos que nuestros políticos hagan. No puede ser que una empresa contrate a alguien por ser familia y quiera luego ganar lo mismo que si hubiese contratado a alguien más capaz mediante la explotación del personal de la misma. No puede ser que un empresario quiera ganar una cantidad de dinero tal que amortice lo invertido en corto plazo a costa del salario de todos y todas. No puede ser que los médicos del servicio público de salud manden los medicamentos según los regalos que les den los visitadores, en vez del más barato del principio activo o el más efectivo. Que se manden cajas con 24 dosis para que se tomen 10.

No puede ser que los directivos ganen cada vez más mientras se quiere rebajar los salarios al personal de base. Bancos y grandes empresas siguen ganando millones que reparten entre sus directivos (antes que a los accionistas) y despiden alegando pérdidas. No puede ser que algunas personas busquen tener dinero del estado sin trabajar, sea por bajas, por ayudas o por becas, que sin merecerlas o provocando las circunstancias para merecerlas hacen que se gaste dinero además de en las ayudas en el control de a quien se les da las mismas.

Y no puede ser que los compañeros y las compañeras del sindicato no esten en primera fila en la lucha. Justo ahora, cuando más falta hacemos. Aunque más de mil compañeros y compañeras de UGT estuvimos en la ultima manifestación no llega a los más de 2000 delegados/as ni a los 27000 afiliados/as. Tenemos que concienciarnos de que hay que estar en todas, las que convoquemos y las que se convoquen desde otros grupos de izquierda.