viernes, 14 de octubre de 2011

Unidad

Lo que tradicionalmente se conoce como izquierda ha tenido siempre un problema intrínseco de independencia y opinión, mal solucionado por la izquierda totalitarista, comunismo chino, ruso y cubano, que para atajarlo recurrieron a dictaduras.

Al defender el derecho de muchos y muchas, las voces de cada uno y cada una llegan según opiniones que, aún partiendo de las mismas bases, derechos sociales, protección al desfavorecido, la socialización del estado, servicios mínimos garantizados por el estado, luego variaba según la forma de conseguirlo, la forma del estado y otros detalles que, desde mi punto de vista, son mínimos.


La forma del estado y la forma de conseguir la revolución separó a anarquistas de socialistas (simplificando el tema mucho). Años después, seguir las directrices del comunismo internacional, radicado en Moscú, o no hacerlo separó a los comunistas de los socialistas. A nuestros días llegan casi tantas corrientes ideológicas como líderes han existido.

Curiosamente, el modelo ocurrido se parece al de la religión. Los cristianos empezaron divididos, casi desde el principio y así los ortodoxos se separaron de los católicos, los ortodoxos se separaron entre ellos y los católicos igualmente, en calvinistas, luteranos, anglicanos y un largo etc. Eso sin entrar en discutir si los cristianos eran una secta judía como los esenios y otras separaciones del rito judío.

Por contra la tradicionalmente llamada derecha, aún siendo más diferentes entre si de uno a otro país, mantienen el objetivo común como fuente de su unión, a sabiendas de que si no están unidos, sus adversarios políticos podrían con ellos.

Una cosa que debe quedar clara es que la izquierda, con mayor o menor acierto, busca un estado donde el personal de una empresa esté protegido, que todo el mundo tenga un mínimo decente para vivir, donde de lo que produzca cada uno siempre haya una parte para que los más desfavorecidos tengan ese mínimo. No busca mantener vagos de ningún tipo, puesto que una persona que no trabaje no produce nada para la sociedad, así que lo que interesa es que no haya paro. Evidentemente cuenta con que la voluntad de la mayoría es trabajar al menos para subsistir, y que a la persona que no quiera trabajar tendrá que aguantarse y hacerlo.

Por su parte la derecha busca que la empresa sea la que controle la relación laboral, que haya los menos impuestos posibles y los servicios públicos sean prestados por empresas privadas, aunque cueste dinero a los ciudadanos. Su tesis cuenta con que el mercado laboral hace que las empresas paguen más por buenos trabajadores. Además de contar con la competencia también para los precios de todo, contarían con que las personas buscarían mejorar lo máximo posible y así la sociedad mejorará.

El modelo de la derecha es el de EEUU, donde el cuidado de la salud depende de la empresa en la que trabajes y el seguro que esta te de, si te lo da, que si no dependerá del dinero que puedas gastarte en un seguro médico. Las empresas simplemente niegan la cobertura de las enfermedades que cuestan más y hay que pelearlas ante la justicia, con lo que se ahorran mucho dinero. Y donde ante una crisis que no ha sido culpa del mercado laboral, las empresas unilateralmente deciden pagar menos o despedir.
El modelo de la izquierda, serían los países nórdicos, donde hay flexiseguridad, y el modelo que hasta ahora había en Europa, justo cuando más partidos de derecha han mandado en los países donde el modelo social era el que triunfaba, una crisis provocada por los bancos hunde ese modelo social para acercarlo más al neoliberlismo.

Por todo esto, es el momento que todos los que tenemos un pensamiento social nos juntemos, sean del tipo que sean, sin pensar ahora en rencores, sin pensar ahora en las pequeñas diferencias, si no en lo que nos une. Al igual que las derechas se unen con sus similitudes, atraen a los conservadores y personas de distintas religiones para aumentar su fuerza, nosotros tenemos que unirnos y atraer a nuestras filas a todos aquellos que quieren que el progreso no sea solo económico, si no de la ley y la sociedad en general.
No debemos caer en la trampa del bipartidismo, puede que de derecha pura sólo haya uno, pero en la izquierda somos más. Si todos y todas los que no votaron, votaron en blanco o lo hicieron de forma nula en las últimas elecciones, más los descontentos del PP y del PSOE (entre los últimos me encuentro yo) votásemos a otros partidos estos alcanzarían mayor presencia en el congreso y al menos llamaríamos la atención.

Por otro lado, también es necesaria la presencia en la calle, debemos estar en todas las manifestaciones a las que se nos convoque, para de esa manera hacer la mayor fuerza posible, ya que ningún político se atrevería a recortar derechos ante una manifestación en Cádiz de 20000 personas, pero si que se atreven cuando somos 4000. No es el momento de ver banderas, a las que convocamos los sindicatos no exigimos que se venga con nuestra bandera, y a las que convocan los demás vamos sin banderas.
La otra posibilidad, quedarse en casa criticándolo todo, es la que esos que se llevan los millones de una entidad que acaba de tener que ser rescatada por el estado, los que recortan la salud pero contratan a familiares, esa es la actitud que quieren...ahora tu decides a quien apoyas...

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