miércoles, 11 de diciembre de 2013

Cómplices y culpables

En la corrupción hay culpables, aunque no en todos los casos se hayan esclarecido todavía, pero también hay cómplices. En el primer caso son aquellos que se han enriquecido con las distintas tramas, EREs, Gürtel, Brugal y demás, en el segundo quienes con su silencio, su apoyo una vez se destapan los casos o su voto siguen apoyando a los y las culpables.


No podemos quedarnos impasibles ni pensar que la corrupción no tiene que ver con nosotros y nosotras. Si bien a priori no somos cómplices si lo seremos a posteriori, ya sea por no hacer nada o por apoyar a quien esté imputado/a en delitos de corrupción. Podemos confiar en alguien que no tiene delito anterior alguno, que parece comprometerse con los ideales que defendamos, que trabaja y que nos convence para darle nuestro voto, pero si traiciona los ideales o si se le imputa en delitos de corrupción debemos reaccionar.

Estamos rodeados de corrupción, ¿somos totalmente inocentes de ella? Depende. 

En política podemos pertenecer a un partido o sólo votarlo, en el primer caso, seremos cómplices si apoyamos a quien sea corrupto o corrupta aún conociendo su implicación en el delito, o al menos una vez sea imputado o imputada. No debemos pensar en que los otros partidos también tengan corrupción para defender la que exista dentro del nuestro, debemos limpiar dentro y entonces tendremos fuerza para acusar sin que sea un "y tu más". Si creemos que no podemos limpiarlo, mejor irse que continuar en un partido donde los y las corruptos/as mandan. En el caso de solo apoyar votando, para no ser cómplices la solución es no votar al partido que presenta corruptos o corruptas, al menos no a los que son presentados/as en nuestra provincia en las generales o autonómicas y menos si están en las listas de las municipales.

En el caso de los sindicatos igualmente se puede pertenecer o sólo votarlo. En caso de ser afiliado o afiliada a un sindicato seremos responsables, en la medida que la democracia interna nos de la opción, de apoyar a una persona corrupta, y por tanto sus cómplices, si seguimos apoyandola una vez conocida la corrupción. Ahora mismo, por ejemplo, en la UGT serán cómplices de los despidos que hubo, quienes aún así votaron al responsable de los mismos como secretario general (dimitido) de la actual ejecutiva andaluza. Quienes no pudimos elegir, porque en el proceso no se nos consultó nunca quién preferíamos, al menos podemos y debemos criticar (de ahí que se nos llame críticos/as) la elección. Además tenemos que organizarnos para que el sindicato cambie. En cuanto a votar o no a la UGT, no mires las siglas, ni ahora ni antes, mira a quién se presenta en tu empresa, si es una persona honrada, trabaja por sus compañeros y compañeras, no se vende a la empresa y sabe lo que hace, vota a su candidatura, si no, serás cómplice de que en tu empresa no se cumplan los derechos de trabajadores y trabajadoras.

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