Estimado Francisco:
Ya cuando me enteré de que te iban a elegir Secretario General de la UGT de Andalucía consideré que era un error tu elección, con el tiempo me has demostrado mi acierto.
Primero, no entendía como se pretendía renovar un sindicato escogiendo al número dos de la anterior ejecutiva, eso no es renovar, eso es continuar. Precisamente eras el Secretario de Organización y por tanto responsable último de aquellas cosas en las que pienso que se equivocó la última ejecutiva (sobre todo el despido de compañeros y compañeras). Por ello consideré un error tu elección.
Luego vinieron las facturas, que no se si serán ciertas o no, pero están dando mala imagen al sindicato, siendo tu reacción, una investigación interna, insuficiente y ambigua. A parte, estás tan implicado en ellas como el Secretario de Administración, así que, como le dije a Salvador Mera, por coherencia deberías dimitir, ya que hay una sombra de duda sobre tus acciones pasadas. Además demuestras en tus comparecencias públicas una deficiencia como comunicador que no debe tener un líder sindical.
Por todo ello te pido que dimitas, para dejar paso a una renovación verdadera y para dejar libre de sospechas a los dirigentes sindicales, como decía el césar, la mujer del emperador no sólo tiene que ser decente si no además parecerlo. Al menos ya tienes un compañero que te pide la dimisión, espero que muchos y muchas más hagan lo mismo y cumplas con lo que he leido que dices en prensa, "todos los días la dimisión sobre la mesa para mis compañeros que me eligieron, pero en absoluto ninguno ha pedido mi dimisión".
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