lunes, 21 de octubre de 2013

Carta abierta a Salvador Mera

Querido Salvador:

Después de sufrir viéndote mal tratado por la Guardia Civil, que te llevó esposado a la declaración ante la juez Alaya en un movimiento claramente mediático, después de imaginarme a tu mujer y tus hijas sufriendo por ti, después de saber que al final te imputan te escribo estas palabras.

Te voy a dar tres motivos para que dimitas, con todo el dolor de mi corazón porque sé que eres una persona honrada y un sindicalista ejemplar. Se que no has robado nada, se que no te has enriquecido, lo se porque me abriste las puertas de tu casa, conozco a tu familia y su nivel de vida. Una persona que vive tan humildemente como tu, no tiene millones en Suiza. No me creo que hayas cometido los delitos que te imputan.

El primer motivo, el más importante como sindicalista, es la coherencia. Desde la UGT y personalmente quienes pertenecemos a ella, hemos pedido la dimisión siempre de políticos imputados, de hecho algunos hemos pedido hasta que no se presenten en las listas para cargos públicos. Si pedimos que dimita el presidente de España por estar en los papeles de Bárcenas, no podemos no dar el ejemplo y no dimitir cuando se nos imputa. Puedes darle un ejemplo a los políticos de qué se debe hacer, demostrarles que dimitir no es un nombre ruso, no reconociendo lo que no has hecho, pero si dimitiendo hasta que quede tu nombre limpio, para entonces exigir que todos los que te han vilipendiado rectifiquen.

El segundo motivo es que tu imagen no se merece que todos los años que has luchado, en todo tipo de frentes, por el bien de la clase obrera sea maltratada por la prensa día tras día por el hecho de ser sindicalista, en el caso ERE hay muchos imputados que, al ser empresarios o sin afiliación política, no se nombran y no salen cada dos por tres en los medios. Evidentemente aunque dimitas seguirán con su acoso mediático, pero no creo que sea tan alto como hasta ahora. 

El tercero, el personal, es pensando en tus hijas y en tu mujer, ya que dimitiendo podrás concentrarte en ellas y en la defensa de tu honor, siguiendo en el cargo seguirán viéndote poco por las innumerables horas que le dedicas a tu labor, llegando a trabajar a primera hora de la mañana y a casa a última hora de la noche. Para mi es el motivo más importante, sobre todo sabiendo lo mucho que quieres a tu familia.

Si hago pública la carta es, antes que nada, para que los muchos que han puesto en duda tu labor sindical sepan de alguien que te conoce de primera mano que esta ha sido ejemplar. Entiendo que ahora tu conciencia tira para continuar la labor tan importante que estabas ejerciendo dentro de la Unión Provincial de la UGT en Cádiz, así que espero que quién lea esto sepa que los motivos por los que algunos te pedimos la dimisión nada tienen que ver con que te creamos culpable, si no que lo es por ti, por tu familia y por nuestra coherencia, incluida la tuya.

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