miércoles, 9 de octubre de 2013

Democracia real en sindicatos, partidos y sociedad...

Gran palabra la democracia, pero, ¿es nuestra sociedad actual democrática? ¿Cómo podemos hacerla mas demócrata? Yo no creo que sea tan complicado, pero si que quién manda no quiere perder su sitio y por eso no se avanza.


Si en los sindicatos y partidos la estructura interna se decide mediante sistema de congresos, en el mejor de los casos, si en la sociedad las estructuras hacen difícil que un ciudadano se pueda presentar a cargos electos, o controlar a quien gobierna más que una vez cada cuatro años por su voto, entonces esto no es una democracia más que de nombre. Una sociedad democrática de verdad es aquella donde la ciudadanía controla el gobierno, no al revés, donde las organizaciones que forman la base de la misma tienen estructura democrática que permite el control de las mismas por parte de su base.


Empezaré por la democracia en el sindicato, como dije anteriormente hace falta más democracia interna en él, ya que actualmente el sistema es de representación en congresos por parte de personas que, al fin y al cabo, votan lo que quieren en los mismos, sin tener la obligación de respetar lo votado por quienes representan. Sería tan sencillo como que en cada ámbito se organicen votaciones abiertas a los afiliados del ámbito que se elige, por ejemplo, para la unión provincial estarían llamados todos l@s afiliad@s de la provincia, para la federación provincial todos l@s afiliad@s a la misma y así susecivamente. Así se elegirían los cargos tanto ejecutivos como los demás. 

En los partidos políticos hay que hacer algo muy similar, ya que normalmente se organizan de la misma manera, sólo añadiría que como forma de control a los políticos una vez electos por un partido y bajo un programa si no lo cumplen o quieren cambiar de partido deban dimitir de su cargo, o ser cesados, acabando con el transfuguismo y con el incumplimiento de los programas. 

En cuanto a la sociedad, el cambio es más profundo, por eso lo dejé para lo último. Primero tendríamos que tener una república donde el presidente de la misma sea el presidente del gobierno, que los poderes estuviesen realmente separados y que cada cargo se elija por votación directa. Para ello el presidente se escoge directamente, por votación directa de toda la población, con dos vueltas si en la primera nadie obtiene el 51% mínimo para ganar, el presidente una vez electo nombraría un equipo de ministros con carteras predeterminadas y siempre las mismas. Esto valdría para cada órgano ejecutivo de cada nivel de la administración. Para la separación de poderes sería básico que el poder legislativo fuese elegido en elecciones independientes, una representación entre personas con preparación para hacer las leyes, electas por listas abiertas con votación nacional, y otra representación por zonas, la primera sería la que realizaría los textos legales y la segunda la que decidiría sobre que se legisla y aprobaría el texto final. Los jueces serían siempre funcionarios y los tribunales superiores, supremo y constitucional se elegirían por periodos de 4 años entre los mejores jueces de los escalones inferiores, por valoración objetiva.

La ciudadanía tiene que tener más participación, para ello a escala local habría asambleas que tendrían que aprobar la gestión de la alcaldía y a escala nacional las leyes de las Iniciativas Legislativas Populares tendrían que ser votadas sólo a si o no, sin poder modificarlas.

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